ANDANZAS POR EL FÚTBOL INGLES

Han pasado seis temporadas de aquella 2ª jornada liga que enfrentó al  Cardiff y al Newcastle.  Era 16 de Agosto, se cumplía un sueño, dejar de ver, cómodamente, frente a la TV un partido de la Premier, para asistir a un partido en directo. Visto desde la distancia y sin mentalidad de apasionado por el fútbol, he de reconocer que el cartel del partido no era el mejor, pero a mí, en aquel momento, me daba igual. Compre una entrada dos semanas antes del partido, viniendo del futbol español me sorprendió, gratamente, el precio de los tickets, 16,5 libras, además de observar que las entradas para adultos y niños tenían precios distintos,  acordes con la edad, así se facilita el poder asistir al evento en familia un domingo de verano, sin dejar la economía familiar al borde de la quiebra, como pasa en España.

El partido no fue de los más emocionantes (0-0) pero con un penalti fallado por Kennedy, en el último minuto de partido, hizo que el campo se volviese completamente loco y girándose hacia el fondo recordándoles que ese día no iban a conseguir los 3 puntos. Al salir del estadio, comenzaba a oscureces,  mi mente solo pensaba en cuánto tiempo sería necesario para volver a vivir otra experiencia, casi religiosa, por un campo ingles.

Hoy, sentado frente al  ordenador, con una sonrisa en la cara, casi en éxtasis religioso, recordando  mi partido número 53 en Inglaterra, en el cual el Southampton me hizo vibrar, como nunca lo había hecho en un campo de fútbol. Tras un año en el infierno de Championship. Los Santos, animados por 32.500 ángeles cantores en las gradas, para concienciarles que se encaminaban a conquistar su pase a la final de Wembley, para disputar su retorno a la Categoría de honor. El recibimiento, con la densa iluminación creada por el humo de las bengalas rojas y blancas, presagiaba el futuro cercano para el equipo se Russell Martin,  Wembley estaba  a tan solo 97 minutos. Un partido no se  gana solo desde la grada, pero si hace a los jugadores considerar que su potencial es infinito, como infinito es el material de los sueños de los aficionados. Para ayudar a la lograr la victoria:” Oh when the Saints go marching  in…”, se volverá a oír, el 26 de mayo, en Wembley frente al  Leeds United. Ganar esa final  hace evidente que la diferencia entre jugar en Championship y estar en Premier es grandísima, por el factor económico, según un informe de “Deloitte” en 2022, ganar la final de ascenso se  cifraba en 170 millones de libras (unos 198 millones de euros), que se transformarían en 300 millones de libras si el ganador consigue sobrevivir al descenso la siguiente temporada en la Premier, pero es, en un primer momento , más valioso es el sentimiento común entre jugadores y seguidores de volver a la GLORIA.

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