
Las colinas verdes de Oswestry, donde Gales parece fundirse con Inglaterra, albergan una historia que, hasta ahora, ha permanecido en silencio para el resto de Europa. El pequeño club The New Saints (TNS), nacido de la fusión de dos equipos locales y consolidado como el máximo exponente del fútbol galés, está a punto de vivir el partido más importante de su existencia. Este jueves, en New Meadow, la casa temporal del club galés en Shrewsbury, se medirán ante el poderoso Astana en lo que será su debut en la fase de grupos de la UEFA Conference League. Para TNS, un equipo acostumbrado a las competiciones domésticas, este encuentro representa más que un partido de fútbol: es el punto culminante de una travesía histórica.
La historia de TNS: de la fusión al dominio doméstico
Para entender el impacto de este momento, es crucial retroceder en el tiempo y ver cómo se forjó el legado de The New Saints. Fundado en 2003, el club es el resultado de la unión entre dos equipos modestos, el Llansantffraid FC y el Oswestry Town. Llansantffraid, una pequeña aldea galesa de apenas 1.000 habitantes, tenía un equipo que desafió las expectativas en los años 90, logrando títulos inesperados en la Cymru Premier. Por otro lado, Oswestry Town, uno de los equipos más antiguos de Inglaterra, se encontraba en declive, con problemas financieros. La fusión permitió a ambos equipos sobrevivir y prosperar, y así nació The New Saints of Oswestry and Llansantffraid.
Este nuevo equipo no tardó en consolidarse como la fuerza dominante en Gales. Con 16 títulos de liga en su palmarés, los Santos han reinado en la JD Cymru Premier durante más de dos décadas. Sin embargo, sus éxitos domésticos nunca se habían traducido en el ámbito europeo, donde las primeras rondas de clasificación se habían convertido en una barrera insuperable. Hasta este año.
Un verano europeo lleno de emociones
El camino de The New Saints hasta la fase de grupos de la UEFA Conference League no ha sido sencillo. El verano comenzó con la esperanza de acceder a la Champions League, donde derrotaron al FK Decic de Montenegro con un cómodo 4-1 en el global. Sin embargo, el sueño se desvaneció en la segunda ronda de clasificación cuando el gigante húngaro Ferencváros les infligió una dura derrota (7-1), relegándolos a la Europa League.
Pero lejos de caer en el desánimo, TNS se levantó y se enfrentó al Petrocub Hincesti de Moldavia en la tercera ronda de la Europa League. Tras perder 1-0 en la ida por un gol en propia puerta, los Santos se aferraron al orgullo y al empuje de su afición para revertir la eliminatoria y mantener vivo su sueño continental. Con cada partido, el equipo de Craig Harrison parecía acercarse más al anhelado objetivo.
Fue finalmente en Vilnius, Lituania, donde TNS hizo historia al derrotar al FK Panevėžys con un imponente 3-0 en la ida, un resultado que sentenció la eliminatoria. Aunque el empate sin goles en la vuelta en Park Hall no fue el espectáculo más vibrante, bastó para garantizar que los galeses se clasificaran para la fase de grupos de una competición europea por primera vez. La alegría fue total. Oswestry, con sus apenas 17.000 habitantes, se tiñó de verde y blanco, celebrando un logro que trascendía el deporte.
Astana: un gigante del este con hambre de más
Pero ahora, los Santos enfrentan una nueva realidad. Frente a ellos está el FC Astana, un equipo con pedigrí europeo, que no es un extraño en estas competiciones. Fundado en 2009, Astana ha sido campeón de Kazajistán en múltiples ocasiones y ha llegado incluso a disputar la fase de grupos de la Champions League en 2015. Este equipo, respaldado por los recursos de la capital kazaja, ha sido una fuerza imparable en su liga doméstica y ha hecho incursiones significativas en torneos europeos. Enfrentarse a un rival como Astana es un salto de nivel para TNS, que deberá encontrar la manera de contener a un equipo con más experiencia y recursos.
Astana cuenta con jugadores de gran calidad, entre los que destacan los internacionales kazajos y varios jugadores extranjeros que aportan calidad y profundidad a la plantilla. El reto para el equipo galés es, sin duda, monumental, pero si algo han demostrado los Santos este verano, es que la confianza en su juego y la capacidad para superar adversidades pueden llevarles lejos.
Shrewsbury: un nuevo hogar para una noche especial
El partido no se disputará en Oswestry, como muchos desearían. El modesto Park Hall no cumple con los estrictos requisitos de la UEFA, lo que obliga a TNS a trasladarse temporalmente al estadio New Meadow, en Shrewsbury, una ciudad cercana a Oswestry. Con una capacidad de más de 9.000 asientos, New Meadow es un escenario más acorde para una noche histórica como la que se avecina. Aquí, bajo las luces de Shropshire, TNS intentará escribir un nuevo capítulo de su épica europea.
Los aficionados de Oswestry han seguido al equipo en cada rincón de Europa este verano, y New Meadow no será la excepción. El verde y blanco inundará las gradas, y las conversaciones en los pubs cercanos seguirán girando en torno a la esperanza de que, contra todo pronóstico, su equipo pueda plantar cara a un gigante como Astana.
Un partido que define una era
Craig Harrison, el estratega detrás de este equipo valiente, ha sido claro con sus jugadores: este es el momento de sus vidas. “Estamos ante la puerta de la historia”, dijo antes del partido. “Lograr un resultado aquí no solo cambiaría el destino de este club, sino que pondría al fútbol galés en el mapa europeo como nunca antes”. Su mensaje es claro: se trata de algo más que 90 minutos de fútbol. Es la oportunidad de un pequeño club de Gales de demostrar al mundo que el talento, el esfuerzo y el corazón también pueden triunfar en las noches europeas.
El reto es descomunal, pero The New Saints ya ha roto barreras este año. Y en el fútbol, sobre todo en noches especiales como esta, los milagros pueden ocurrir.